por Francisco J. Martinovich*
El poeta Enrique Lihn escribió "Si se ha de escribir correctamente poesía/ no basta con sentirse desfallecer en el jardín/ bajo el peso concertado del alma o lo que fuere/ y del célebre crepúsculo o lo que fuere./ El corazón es pobre de vocabulario [...]".
Quizás es cierto: simplemente no basta. La angustia de un trabajo bien hecho puede agobiar a cualquier ejecutor, llámese músico, pintor, ajedrecista, fotógrafo, comerciante o panadero. Esto es aún más evidente cuando las reglas que norman el "buen hacer" están claras y definidas. Pero ¿qué pasa cuando, quizás necesariamente, las reglas no están allí?
La poesía es un oficio complejo, difuso, explicado por miles a lo largo de la historia y, finalmente, comprendido por muy pocos. Este oficio sometido tanto a la pulsión creadora interna del poeta (ese fuego incontrolable que muchas veces es la necesidad de escribir) como a la ética involucrada en todo tipo de actividad humana, puede terminar para el incipiente creador en una angustia que es inherente a todo ejercicio: la responsabilidad de "hacerlo bien".
De aquí, dos dimensiones: tendremos que ser fieles a lo que queremos expresar, a la pulsión, al "contenido" del poema que queremos escribir; y además ser leales con la forma "correcta" de poner estas ideas en tinta.
"Se juega al ajedrez/ con las palabras hasta para aullar./ Equilibrio inestable entre la tinta y la sangre/ que debes mantener de un verso a otro/ so pena de romperte los papeles del alma" aporta Lihn. Su perspectiva es iluminadora: escribir poesía tal vez es un constante debate entre el equilibrio y el desequilibrio y eso puede ser lo más complicado de inferir para quien se sumerge por primera vez en esta práctica.
En el Taller Permanente de Poesía, forma y contenido son temas regulares de debate y trabajo. ¿Es más importante lo que quiero decir o cómo lo digo? Como artistas en formación, intentamos comprender y develar nuestro mensaje, nuestra obra; pero como artesanos y obreros del lenguaje, pretendemos también dominar nuestras herramientas con una maestría tal que nos entregue la lucidez de saber que nos aproximamos al punto deseado. No es fácil, no es cómodo, pero nada hace más diestro al artesano que horas y horas de práctica y ejercicio.
En este espíritu pretendimos, como ejercicio, reescribir este célebre poema de Enrique Lihn, intentando reflexionar respecto a nuestro propio Norte de forma y contenido. Un ejercicio cargado con el riesgo implícito de tomar la palabra, con el atrevimiento de quien busca esquivar los parámetros universales creando los propios, con la tozudez de quien, finalmente, busca su propia voz, firma y lenguaje a través de la poesía.
Si se ha de escribir correctamente poesía, vengan entonces algunos fragmentos:
"Si
se ha de escribir correctamente poesía
habría que
caminar con paso calmo y sentidos agudos
capturando,
susurro a susurro, ese algo inaprehensible
ese rayo
de sol disuelto en el follaje
como
siendo testigo de algo que respira
de algo
que se escribe porque no debe perderse
porque hay
que capturarlo
aunque sea
ilusorio y la vida se quede en eso"
Victoria
Ramírez
"Nacer
con los días contados,
parido
en la oscuridad,
con
una herida en el costado,
y
nunca alcanzar la verdad"
Arturo
Gálvez
"Si
has de escribir correctamente poesía
has de
poner tu piel de revés,
que la
sangre fluya del corazón a los dedos"
Paulina
Román
"Si
usted ha de escribir incorrectamente poesía,
No
juegue ajedrez,
Son
puros cuadraditos,
y
en él faltan las redondeces,
Si
usted quiere equivocarse y meter la pata,
Mejor
aún,
porque
usted será así,
imperfecto
y rico"
Dennis
Muñoz
"Si
es el puño izquierdo o el derecho el que se ha
de
levantar con fuerza, con fuerza yo diría:
lo mismo
que usted yo quisiera ser comandante,
pero no
interrumpa que la Tórtola le diga
al Gorrión
lo de cada mañana [...]"
Alexis
Gutiérrez
"Si
se ha de escribir correctamente poesía
dejar
de mirar, repasar y empezar a ver,
aun
si se ve algo que sólo habita detrás de los ojos
aun
si la pastosa cotidianidad tapó casi del todo
los
brillos, lo bello.
-lo
real-"
Lucas
Jaeger
"Si
se ha de escribir correctamente poesía
Si se ha de
plasmar el instante, en que se roba el silencio
Si se ha
de preguntar a las tinieblas sobre el origen de las letras
Si se ha
de establecer un punto referencia en una lluvia estrellada sobre el mar"
Ignacio
Waidele
"Sólo
puedo decir que intente
mirarse
desde lejos y dudar de todo,
para
que pueda escribir, que los pies están en el cielo
y
los ojos detrás del cerebro.
Vea
cómo se le alargan los dedos en el grafito,
y
cuente –si quiere- por qué las polillas vuelan en círculo,
por
qué nos idiotizamos más en invierno,
o
por qué corremos tanto para tener algo cuando viejos."
Felipe
Riffo
"Tienes
que esperar a escuchar el tiempo, el tiempo que se posa en las cosas a esperar
la quemadura de tus dedos
Ahí
comenzará la batalla de tus huesos; de tus huesos; de tus huesos que siempre
quieren alcanzar el brillo glaucoso de tus ojos; que siempre quieren sentir la
frescura, porque ya están cansados del sabor a muerte.
Ahí
comenzará la batalla."
Lina
Bilbao
"Ud. mejor que nadie señor poeta,
debe saber que su herramienta
-la palabra- tiene ¡poder!
Si aún no se entera de eso
tome su lapicito, su cuadernito
y guárdelos en un cajoncito."
Daniel Moreno
*Francisco Martinovich Salas es Licenciado en Letras Hispánicas (PUC) y Magíster en Literatura (UCh). Desde el año 2006 ha organizado y participado en múltiples ciclos y recitales de poesía. Ha participado en talleres con Rafael Rubio, Juan Antonio Massone y el Taller de Poesía de la Fundación Pablo Neruda, dirigido por Floridor Pérez y Jaime Quezada. En 2012 editó de manera independiente el volumen de poemas Lidia, reeditado por Yogurt de pajarito al año siguiente. El 2014 publicó su primer poemario: Sospecha de nada, por Gramaje Ediciones. Es profesor del Taller Permanente de Poesía del Taller Estudio 112.
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